Tirante, áspera, incómoda… así sentimos la piel cuando está seca y deshidratada, un término que hace referencia a la pérdida de agua a través de la epidermis y del estrato córneo. La piel tiene si propia «función barrera», un mecanismo natural para evitar su deshidratación, pero con el paso de tiempo, la capacidad de la piel de retener agua disminuye. Es entonces cuando se hacen más evidentes la fata de flexibilidad, escozor y descamación.
Una opción refrescante y saludable para retener hasta la última gota de agua en la piel es la cosmética elaborada con agua termal del manantial del Balneario Paracuellos de Jiloca. Debido su composición química natural refuerzan nuestras defensas y reducen los niveles de oxidación causantes del envejecimiento precoz.
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Al deshidratarse la piel no solo pierde agua, sino también sustancias vitales para su buen estado. ¿Sabes cuáles necesitas? El agua sulfurosa del Balneario Paracuellos de Jiloca es un reconocido antiinflamatorio y a la vez estimula la cicatrización de la capa cónea. Por otro lado tiene propiedades antibacterianas, regenerantes y protectores de los tejidos. Auque el principal efecto de la cosmética termal a base de nuestra agua sulfurosa es su poder antioxidante avalado por varios estudios ciéntificos internacionales con este tipo de aguas.
La deshidratación afecta por igual a todas las pieles ya sean grasas, secas, normales o sensibles. Sus consecuencias en la piel es un cutis con aspecto apagado sobre el que destacan mucho más las arrugas y lineas de expresión. Los laterales del rostro, el contorno de ojos y el cuello son las zonas afectadas por tener una menos cantidad de glándulas sebáceas.
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