Hoy día 29 de Octubre se celebra el Día Mundial de la Psoriasis. Una fecha en la que tanto los afectados como todos aquellos que de una u otra forma luchamos por mejorar la calidad de vida de aquellos que la sufren recordamos la importancia de abordar desde todos los frentes los efectos de esta enfermedad. El lema de este año, Tomarse en Serio la Psoriasis, insiste en la necesidad de tomar medidas para el tratamiento de la enfermedad involucrando a pacientes y personal sanitario a nivel mundial.
¿Qué es la Psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel y, ocasionalmente, de las articulaciones, que sigue un curso crónico, con exacerbaciones y remisiones, sin ser contagiosa.
La psoriasis afecta a alrededor del 2% de la población y suele aparecer entre los 15 y 35 años, aunque también afecta a niños y a personas mayores.
La enfermedad no es hereditaria, pero hay una predisposición genética para padecerla, y un tercio de los afectados tiene familiares directos con psoriasis. Se sabe que, además de esta predisposición, son necesarios otros factores desencadenantes.
La psoriasis comienza en el sistema inmune, principalmente en unas células de la sangre llamadas linfocitos T. Todos tenemos linfocitos T que nos ayudan a proteger el cuerpo contra infecciones y enfermedades.
En la psoriasis, los linfocitos T se activan indebidamente y desencadenan muchas respuestas celulares; entre ellas, la proliferación y dilatación de los vasos sanguíneos de la piel, lo que se manifiesta en el color rojo de las lesiones. También desencadenan una proliferación de las células de la epidermis, los llamados «queratinocitos».
Normalmente, el proceso de recambio celular de la epidermis es de 30 días, pero en las personas con psoriasis dura aproximadamente 4 días, lo que genera la acumulación de células en la capa córnea, y se manifiesta en forma de placas de escamas blanquecinas y descamación exagerada.
Su manifestación clínica más habitual es la aparición de lesiones cutáneas de tamaño variable, enrojecidas y recubiertas de escamas blanquecinas de grosor variable. Como comentábamos anteriormente, las escamas están formadas por queratinocitos (células de la epidermis) que se acumulan debido a su proliferación acelerada. El enrojecimiento es el resultado de la mayor afluencia de sangre debida a la inflamación.
La más frecuente es la Psoriasis vulgar, que se presenta en forma de pápulas y placas eritemato-escamosas crónicas y recidivantes bien delimitadas en zonas características del cuerpo (caras de extensión de los miembros, región lumbo-sacra, cuero cabelludo).
Cursa con brotes más o menos importantes ligados frecuentemente a factores ambientales diversos (bacterianos, medicamentosos, psicológicos), seguidos de remisiones más o menos largas, espontáneas o con la ayuda de tratamientos específicos.
Es una enfermedad difícil de aceptar por el paciente ya que perturba su vida cotidiana y altera su imagen corporal, provocando ansiedad.
El abordaje terapéutico incluye tratamientos locales, fototerapia, tratamientos sistémicos, y tratamientos termales, estos últimos con resultados muy positivos según atestiguan miles de pacientes tratados con agua sulfurosa del Balneario Paracuellos de Jiloca a lo largo de sus 165 años de historia