El Balneario Paracuellos de Jiloca mantiene todo el encanto de un Balneario del s XIX con su valioso mobiliario. Totalmente reformado se ha convertido en uno de los Balnearios con encanto má romantico y acogedor.

Balneario con encanto muy cerca de parajes naturales como la laguna de Gallocanta y el Monasterio de Piedra, así como de pueblos donde el arte Mudejar es una referencia.
Es el más antiguo de los balnearios aragoneses con aguas de mineralización fuerte. Sulfuradas, clorurado-sodicas. Durante sus 160 años de historia las aguas del Balneario Paracuellos de Jiloca han sido ampliamente reconocidas por la comunidad médica y pacientes para el tratamiento de afecciones en la piel, vías respiratorias, hepáticas, procesos reumáticos, sistema circulatorio y estrés. Por otro lado su gran concentración de sales, combinado con el contraste térmico aplicado tanto en los circuitos termales como en las terapias individuales, producen un efecto muy beneficioso en curas antiestrés, de relajación y curas de adelgazamiento. Un agradable circuito termal de unas dos horas de duración en las que se combinan todas las propiedades del agua sulfurada con el contraste térmico y diferencias de presión de agua consiguen un efecto relajante.